Este consejero independiente de la sociedad pública señala, además, que su actividad “no es tan simple como pudiera percibirse desde fuera” al tiempo que resalta el papel de coordinación que realiza “para implementar la estrategia de especialización inteligente en nuestro territorio”.
Jesús Sarasa Murugarren ha desempeñado un papel fundamental dentro del cooperativismo agrícola de Navarra. En una fecha tan lejana como el año 1977 accedió a la que ha sido “su” empresa de toda la vida, Grupo AN, donde llegó a desempeñar las funciones de director general. Desde su puesto, vivió en primera persona el proceso de consolidación de una compañía que hoy es la primera cooperativa por facturación de toda España. Alcanzar ese hito, sin duda, no fue nada fácil. Por eso, la experiencia y conocimientos adquiridos por Sarasa a lo largo de su trayectoria, así como la visión que posee de un sector tan importante para la Comunidad foral como el agroalimentario, constituyen un activo de enorme trascendencia. Un intangible del que se beneficia nuestra región gracias a su labor como miembro del consejo de administración de Sodena y que queda reflejado en la siguiente conversación.
¿Cómo ha cambiado la visión que tenía de Sodena desde su entrada en el Consejo de Administración?
Yo diría que mi visión sigue siendo la misma, pero un poco más completa porque he percibido la importante función de Sodena. Una actividad que no es tan simple como se puede percibir desde fuera.
Hablando de esa actividad, ¿cómo valora y qué cree que aportan las distintas áreas de Sodena?
Como instrumento del Gobierno para el lanzamiento, crecimiento y consolidación de las empresas navarras, creo que Sodena es una herramienta muy útil. Nunca será la solución definitiva, pero sí un apoyo importante para la vertebración regional.
En cuanto a captación de inversión exterior, en mi opinión, no estamos teniendo mucho éxito aunque sí soy consciente de los importantes esfuerzos que viene realizando a este respecto el equipo de gestión. Además, tal vez las circunstancias económico-fiscales y la incertidumbre que pesa sobre la estabilidad mundial no sean las más propicias.
Por lo que respecta a la implementación de la estrategia de especialización inteligente, valoro de forma muy positiva la labor de coordinación que lleva a cabo Sodena y que se debe, en gran medida, a que tiene perfectamente visibilizado qué tipo de inversión requieren los sectores específicos en los que queremos destacar.
Antes ha mencionado el trabajo que realiza el equipo de gestión, ¿qué experiencia tiene en la relación que mantiene con los profesionales de Sodena?
Mi relación es, fundamentalmente, con la dirección y la calificaría como franca, esto es, buena y positiva aunque no se coincida siempre. Con el resto del equipo, es escasa y puntual puesto que se ciñe a algunos asuntos muy concretos como para valorarlo.
EL PRESENTE AGROALIMENTARIO, REALMENTE BUENO
Bajo su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos a los que se debe enfrentar Sodena en el futuro?
Como he mencionado anteriormente, está el tema de la captación de inversión exterior y, también, añadiría el desarrollo de fórmulas que permitan incentivar la diversificación territorial a la hora de facilitar la implantación de nuevos proyectos en nuestra región.
Para concluir, como directivo con una trayectoria referente en el sector agroalimentario, ¿cómo ve el presente y el futuro a corto y medio plazo de esta industria?
Creo que el presente es realmente bueno sobre todo en el subsector vegetal y, aunque menos significativo, también en el animal. En el primero, además, somos líderes en toda España en la generación de empleo y riqueza. Por ello, creo que el futuro es optimista porque la actividad agroalimentaria en sí es potente así como los servicios públicos que la complementan representados en INTIA, CNTA o la formación que se imparte en ingeniería agrónoma, por ejemplo.
Otro factor que también destacaría es el papel que puede desempeñar la pequeña industria auxiliar en Navarra, La Rioja y el conjunto de Ribera de Ebro.
¿Y a qué amenazas se enfrenta?
A largo plazo pesa, sin duda, el tema económico-fiscal. También añadiría que, al ser una industria que desarrolla una actividad exportadora muy destacable, los cambios en las reglas del mercado mundial que impulsan fenómenos como Trump o el Brexit pueden ser motivo de muchas incertidumbres para el sector.