Cada vez que se proyecta una imagen de personas representantes de la industria en Navarra, la mayoría son hombres. Las fotos no reflejan otra cosa que la realidad. En un estudio reciente sobre igualdad de género en la industria en Navarra se ha detectado que en el 68% de las empresas la dirección la ocupan hombres. El desequilibrio alcanza también los mandos intermedios con un 62% de empresas con predominio de hombres e incluso el cuerpo operario en el que el porcentaje alcanza el 78%. Datos llamativos que evidencian que las industrias no son un reflejo de la sociedad, en donde las mujeres son algo más de la mitad de la población. Únicamente los puestos de recursos humanos, administración y finanzas están ocupados por más mujeres que hombres. Y todo ello se refleja en la brecha salarial de género, donde Navarra con un 21,6% es la segunda comunidad más desequilibrada (fuente UGT).
El estudio que se ha dirigido a empresas industriales con más de 10 personas en plantilla está impulsado por la dirección general de Economía Social y Trabajo del Gobierno de Navarra y se ha presentado en el marco del proyecto DEBUTING (Interreg Europe), un proyecto en el que Sodena es socia junto con 9 regiones europeas para mejorar la igualdad de género como factor de competitividad en las empresas. En Navarra colaboran en el proyecto además de la DG de trabajo, el INAI, SNE, UPNA, Educación-FP, AEDIPE, CEN, AMEDNA, Enercluster y Functional Print Cluster. Entidades que han elegido como misión del proyecto justamente esa, cambiar la foto.
Del estudio se desprende que, a pesar de la desigualdad existente, la mayoría de empresas considera que la igualdad es importante y creen que impacta positivamente en su competitividad. También estudios de grandes consultoras muestran que las empresas más diversas y equilibradas son más innovadoras. Pero lo cierto es que las empresas no lo tienen fácil. Destacan la falta de candidaturas de mujeres cuando quieren realizar una nueva contratación. Algo que no sorprende si analizamos los datos de estudiantes de FP en materias como electrónica o mecánica (de la que se nutren muchas empresas industriales) y los grados de ingeniería de la universidad, en donde el predominio de hombres es notable.
Se abre por tanto aquí una línea de trabajo importante en la que toda la sociedad debe intervenir. No debería existir esta desigualdad que probablemente se produce por herencias del pasado y que se siguen arrastrando en las familias, en la educación y en el entorno en general. Romper estereotipos es labor de toda la sociedad. No solo animando a mujeres a formarse en entornos tecnológicos sino empujando a los hombres a sectores como los cuidados, actualmente muy feminizados.
Y mientras tanto, ¿deben las empresas conformarse con esta situación y continuar con unas plantillas desequilibradas? La respuesta es no. Se observa que no se hace un esfuerzo suficiente por proyectar una imagen de empresa más inclusiva. La comunicación externa es un punto importante a la hora de captar mujeres. También se pueden apoyar programas formativos de incorporación dirigidos específicamente a mujeres, visibilizar mujeres directivas y referentes en ámbitos industriales, favorecer que los hombres compartan (de verdad) los cuidados de la familia y que utilicen más las medidas de conciliación, etc. Trabajar en un cambio cultural en la empresa en favor de un equilibrio mayor.
Las empresas lideradas por mujeres, de mayor tamaño o del sector agroalimentario, están avanzando más en materia de igualdad con respecto a otros sectores o tamaños. En DEBUTING, estamos analizando algunas buenas prácticas de manera que puedan hacerse extensivas a otras empresas y como fin último del proyecto, vamos a desarrollar mejoras en las políticas públicas en favor de la igualdad que permita acelerar el equilibrio de género en la empresa. El crecimiento sostenible de Navarra pasa por mejorar la inclusión y la cohesión social de nuestra economía.